Nací en uno de los muchos “barrios” urbanos de Cuba, llamado Alamar. Viví allí durante los primeros años de mi vida antes de que mi familia huyera de Cuba y se mudara a Miami, Florida. Como todos los inmigrantes, tuve que aprender a adaptarme a una nueva cultura, aprender un nuevo idioma y una nueva forma de vida.
La palabra Alamar significa “permanecer cerca del mar”, lo que para mí significaba estar atada a mi cultura. Al enterarme de esto, de repente el concepto de mi marca de maquillaje se hizo claro: a través de mi marca, quiero inspirar a otros a aprender cosas nuevas, a adaptarse, cambiar, evolucionar, pero nunca olvidar que hay belleza e inspiración en tus propias raíces.
Combina lo nuevo con lo viejo, lo moderno con lo clásico, las tendencias con lo atemporal, y te encontrarás a ti mismo.